Aquí os dejo una colaboración de José Luis Badiola, recogida del D.V.
¿Por dónde empezar? Los médicos lo tienen claro: incluir el ejercicio físico dentro de los hábitos de vida es, simple y llanamente, imprescindible.
¿Por qué practicar deporte? ¿Qué actividad es la más beneficiosa para el cuerpo? Y, ¿cuál es la frecuencia ideal y la mejor manera de hacerlo? –Estas son algunas de las cuestiones que el profesor y médico de la Facultad de Medicina de la UPV, Juan Gondra del Río, desgranó durante la ponencia Actividad física cardiosaludable a cualquier edad, enmarcada dentro de los cursos que la UPV celebra cada verano en Donostia.
Lo primero que Gondra del Río destaca es que practicar ejercicio es un eje sobre el que se mantiene la salud cardiovascular y una forma de disminuir la posibilidad de que ocurran accidentes cardiovasculares, advertencia que también realiza la Organización Mundial de la Salud, pues cinco de los diez factores de riesgo claves para el desarrollo de enfermedades crónicas están directamente relacionadas con la falta de ejercicio.
Además de las ventajas obvias derivadas del ejercicio, como son el estar en forma, ganar en elasticidad o frenar la obesidad, Gondra enumera otras quizá más desconocidas. Así, la práctica de deporte disminuye el colesterol malo e incrementa el bueno, reduce los triglicéridos y la hipertensión arterial; controla la diabetes y, por supuesto, reduce la posibilidad de sufrir ataques cardíacos y cerebrales….
Así, lo primero que recomienda Gondra del Río es que cada persona realice un “menú personalizado” que cumpla unas líneas básicas. A saber, que la actividad escogida se practique cada día de la semana –o al menos cinco días- durante 30 ó 45 minutos. El ejercicio debe ser progresivo, y el experto recomienda los de tipo aeróbico….Avisa el profesor, y aconseja a quien padezca cardiopatías previas o tenga más de cuarenta años que se haga una revisión médica previa.
SEDENTARISMO
Aunque el principal factor de riesgo cardiovascular es el tabaco, el sedentarismo va adquiriendo un papel cada vez mayor en la baja forma física y del corazón.
La falta de actividad física deteriora la masa muscular, conduce a la persona a la sarcopenia (o pérdida degenerativa de masa muscular y fuerza) y su metabolismo basal disminuye. La persona sedentaria se queja de que “todo le engorda, hasta el agua”, apunta el médico vizcaíno. También se deteriora la densidad ósea y se menoscaba la capacidad aeróbica. Por ello, advirtió Gondra del Río, tomar en serio el ejercicio es “fundamental”.
Después de leer esto, deberían de animarse muchos padres y madres a compartir el ejercicio sano y cardiosaludable con nosotros. ¡¡Los veteranos también podemos hacer deporte!!
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