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Hoy es un día especial, por varios motivos. Un día como hoy, hace 23 años, yo estaba firmando mi alta en la Seguridad Social, con lo cual iniciaba oficialmente mi vida laboral. Pero hay otro motivo que me inspira más que este y no es otro que el de la onomástica de una persona muy especial para mi.
Hace algunos años, por cosas del remo, mi esposa, mi niña y yo nos fuimos al puente de Santiago, par ver la primera regata de mi hijo Eneko, por aquel entonces un incipiente remero infantil, que recién comenzaba sus competiciones tras un año de entrenamientos sin regata alguna. Ese día frío, ¡no se me olvidará nunca! Una de las madres que se encontraba en el puente, con la misma intención que nosotros, nos presentó al resto del grupo de padres de los remeros de Santiagotarrak. Esa persona Charo, "Charini", para los mas amigos, nos presentó como es lógico a su marido, José Antonio. Tras un rato viendo pasar remeros por debajo de aquel puente, entre foto y foto, fuimos plantando sin darnos cuenta una "semilla" que poco mas tarde se convertiría en una especie de "árbol" de impecable factura. Pretendo con este símil, transmitir la idea de que somos un grupo, que hemos ido creciendo, poco apoco, con fuertes raíces, con ramas de diversos estilos, ramas que además aporta cada una el fruto que sabe dar, y que proporciona una inmejorable sombra a quien elige cobijarse bajo sus hojas.
Allí, aquella gélida jornada, me trajo, sin darme cuenta una de las cosas mas valiosas con la que puede contar una persona. ¡Con la amistad de otra persona!
Hoy es un día especial porque mi AMIGO (CON MAYÚSCULAS) José Antonio, cumple su onomástica. Los años no importan, importa el espíritu con el que se viven esos años, y mi colega tiene un corazón de 15 años, la ilusión de quien empieza a aprender, a pesar de su experiencia de la vida y de los conocimientos con los que mas de una vez me ilustra.
Mucho es lo que he aprendido a su lado, y mas que de técnicas, teorías o conocimientos generales, lo que mi amigo me ha enseñado es a ser persona de bien. Leal, discreto, constante, comprometido.
Valores, que hoy en día parece que han caído en deshuso.
Es un gran honor, y todo un placer poder pasar las horas que paso con mi amigo. En esos momentos de esfuerzo, en esas charlas relajadas en los entrenamientos, en esas confidencias, o en esos silencios, que algunas veces, sirven más que las palabras. Hemos pasado frío, calor, alegrías, tristezas, dolor, placer, euforia y hasta rabia contenida en alguna ocasión y otro montón de sensaciones, algunas inexplicables. A lo largo del tiempo que llevamos remando juntos, nos ha pasado de casi todo, y siempre hemos salido de cada situación con honor.
Pero sobre todo, yo he tenido la suerte de disfrutar enormemente de una persona, con la que es tremendamente fácil, convivir. Y por experiencia y por mi trabajo, se, lo difícil que es la convivencia.
Mi pequeño homenaje a mi compañero José Antonio, con el que trato, de aprender a remar, y estoy aprendiendo cosas mucho más valiosas que esa.
Confieso que soy una persona con suerte. A mi edad puedo hacer lo que me gusta, que es remar y además lo hago en compañía de gente que vale su peso en oro.
Desde aquí amigo José Antonio, recibe un fuerte abrazo, de tu incondicional compañero de bote, y de cualquier otra cosa que la vida nos pueda encomendar a ambos. ¡¡Para mi será un honor y un placer, estar a tu lado!! ¡¡Gracias Por Todo!!
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