El pasado domingo, nuestro inefable Zabaleta, nos metió a los veteranos en una terrorífica regata de 2000 metros...
Como dice Goiogana, para ser un remero de verdad hay que remar un 2000, y así lo hicimos... No sabéis los que no habéis remado, lo lejos que está la salida de un 2000, y lo que cuesta llegar a la meta.
De cualquier manera, nuestro compañero José Luis, decidió cederle su puesto a un remero mas joven, y fue Gorka Portugal quien ocupó su puesto de estribor.
Para nosotros fue una suerte y un gran honor remar con un senior, pero además se daba la circunstancia de que dos generaciones de remeros de la misma familia, bogaban en el mismo bote...
José Antonio Portugal, de marca y Gorka Portugal de 4, todo un lujo.
-"¡¡Que suerte tienes Josean, de poder compartir afición al remo con tu hijo, y además poder remar junto a el en una regata como la del domingo"
A muchos padres, nos gustaría poder repetir la experiencia que tu has vivido el domingo... remar con un hijo, o una hija, a nuestra edad tiene que ser una gozada.
Además de doblar el bote con la fuerza que tiene, Gorka nos llevó todo el recorrido con seriedad, con el rigor de un remero que tiene experiencia en estas lides, y nos enseño, que en los últimos metros, cuando escuchas los gritos de tus seguidores, no tienes que despistarte ni un segundo...
La frase se me ha quedado grabada en la mente, fue una orden precisa, tajante, directa...
¡¡No miramos,... seguimos remando!!
Así lo hicimos, continuamos remando, sin mirar, aprovechando el impulso que dan los gritos de ánimo, para salvar esos últimos metros que quedan hasta escuchar la bocina del final.
Gorka, aunque no te hayas dado cuenta, nos has hecho felices durante un rato con tu presencia y con tu esfuerzo a nuestro lado... Y a tu padre, seguro que le has demostrado mucho mas que a nosotros y le has hecho mas feliz, si cabe. Es un hombre afortunado.
¡Un millón de gracias por remar con nosotros!
0 comentarios:
Publicar un comentario