16 diciembre 2008

UN VIAJE CON LOS IMPRESCINDIBLES...

Acabo de venir de mi segundo viaje a Sevilla, actividad que para mí, es toda una experiencia que a mas de un psicólogo le encantaría tener. Conocer un poco más a las personas que nos rodean, es una actividad muy recomendable, sobre todo si una de nuestras prioridades, es construir una relación basada en el mutuo conocimiento.

Aunque a veces, la tarea es incómoda, esto de ser delegado de la sección de remo, tiene sus momentos divertidos... Este viaje, ha tenido momentos curiosos, momentos que quedan en la memoria, como si fueran libros de consulta a los que recurrir de vez en cuando.
El viaje de ida y de vuelta, con Xaba como copiloto, ha sido muy fructífero. Son años viviendo experiencias en este club. Te das cuenta del poso que deja, haber sido "uno de los maestros constructores", de lo que ahora conocemos. Eso ayuda a entender muchas cosas que se ven, o se escuchan y no se terminan de entender.
Cuando una institución crece, a veces termina por ahogar la esencia de lo que fue. Perdiendo su razón de ser, sus principios, sus bases...
Afortunadamente, personas como Iñaki, que cuando se involucran en algo, lo hacen hasta los tuétanos, tienen las cosas tan claras que es difícil alejarles de los principios. Quizá porque fue de los que "parieron" esos principios.
Mi suerte, es haber conocido a gente como el, que desde su puesto, trata siempre de obtener el mayor beneficio para todos, el mayor éxito, el mayor ahorro, o el mayor crecimiento, dejándose en la gatera los pelos que sean necesarios. Hay gente desprendida y gente que no lo es.

Pero mi suerte no termina aquí, porque he compartido muchas horas, y una habitación con otras dos PERSONAS (con mayúsculas y a propósito), que me enseñan casi todos los días, lo que significa llevar los colores de un club en las mismísimas venas...
Quizá, sea porque estos si que son de los que parieron a la criatura, en contestación a otras asociaciones, mas afines al régimen dominante, o la iglesia elitista que organizaba a los jóvenes de bien en sus respectivas filosofías.
Ellos y otros como ellos, consideraron oportuno tirar "por la calle de en medio" y se buscaron su propia solución. Santiagotarrak, fue la solución a una necesidad para un determinado grupo humano, humilde y denostado.
Aunque parezca mentira, esta gente, todavía sueña con mejorar su club, con que su gente se sienta a gusto, trabajan para que los demás nos respeten, nos envidien. Todavía tienen ganas de engrandecer aquello, que ya hace mucho que hicieron grande, y con poco dinero.

Ahora gozamos de un apoyo económico considerable, movemos un volumen de actividades, ingresos, gastos, contabilidades, materiales, empleados, subvenciones, obras, y otras mil historias que pueden llegar a abrumar. Pero lo que es peor, es que poco a poco, ahogamos la esencia y la razón de existir de una Sociedad Deportiva, y la vamos convirtiendo en una Empresa Semi publica y Seudo deportiva que nada se parece a lo que realmente se demanda.
Y se corre un peligro... Todos aquellos experimentos, que nuestros representantes políticos se empeñan en poner en practica con nosotros como conejillos de indias, (algunos juegan también a Magos), están condenadas al más absoluto fracaso, porque están muy lejos del llamado equilibrio universal. (Seguro que alguno se rie de esto, sumido en su ignorancia)

Dichosos los que entiendan esto último, porque podrán salvar su honor, los demás están condenados de antemano, porque lo que la gente no nos demanda, tarde o temprano desaparece como por arte de magia.
Estas personas, con las que he convivido, y con las que he aprendido muchas cosas en pocas horas, son las que probablemente otros desprecian, (que inteligentes), o ignoran, o simplemente critican... Por suerte, el tiempo y la razón, pone a cada uno en su sitio, y veo cada día que paso con ellos, que siempre tienen algo que enseñar, alguien a quien ayudar, algo de que desprenderse, algo que aportar a los demás.
Ya lo dije una vez y lo vuelvo a reproducir:
Hay hombres (o mujeres) que lucha un día y son buenos, hay otros que luchan muchos días y son muy buenos, ...pero luego están los que luchan toda su vida... ¡esos son los imprescindibles!
Soy muy afortunado, porque he podido viajar, con los imprescindibles.

(Por cierto, la frase por supuesto, no es mía... es de un tal Bertolt Brecht).

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